INVESTIGACION EDUCATIVA

Bienvenida

artes visuales
artes visuales

Nombre

Dirección

Ciudad - País

T: 123-456-789

F: 123-456-780

 

 

Teoría de la Resistencia

Pone énfasis en el factor humano y la experiencia en el análisis de la relación entre la escuela y la sociedad dominante. Estos han intentado demostrar que los mecanismos de la reproducción social y cultural encuentran siempre elementos de oposición, donde las escuelas representan el lugar donde las culturas dominantes y dominadas se enfrentan y sus ideologías entran en contradicción, dada la desigualdad de poder las clases dominantes siempre resultan favorecidas, pero sin embargo los campos de resistencia existen y rechazan la imposición social y cultural. Desde este punto de vista las escuelas no siempre son funcionales para el sistema imperante y sus intereses.

Su principal función es trabajar dentro de los centros de trabajo para analizar cómo tienen lugar los procesos de reproducción, ya que mientras las otras teorías contemplan la escuela desde fuera, los investigadores de esta teoría entran en los centros, en las aulas, entrevistan a los profesores, a los estudiantes, etc.,

Una de las teorías más recientes e impactantes de la nueva sociología de la educación es la denominada teoría de la resistencia, concebida por el norteamericano Henry Giroux, actualmente profesor en la Universidad de Miami.

Giroux ha intentado demostrar que los autores de las teorías tradicionales de la educación, y aún los de la reproducción, se equivocan al suponer el cumplimiento de sus modelos socializantes.

Para Giroux, revisten especial importancia las concepciones personales de quienes participan en el proceso educativo, pues los actores del mismo presentan una velada, o abierta, resistencia a aceptar los valores que la sociedad dominante pretende imponer.

La teoría de la resistencia ha sido abordada a partir de su evidencia en la clase cotidiana del aula, por la antropóloga mexicana Elsie Rockwell.

Elsie Rockwell es, hoy por hoy, una de las figuras más destacadas de la etnografía educativa, con la realización de investigaciones fundamentalmente en la escuela primaria y contando con el apoyo del CINVESTAV (Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados) del Instituto Politécnico Nacional.

No todos, sin embargo, coinciden en la definición de las funciones del establecimiento educativo. Para Juan DelVal, por ejemplo, los objetivos de la escuela son cuatro:

a) Apoyar el desarrollo psicosocial del alumno.

b) Posibilitar el entendimiento, la explicación racional y la capacidad del alumno para actuar sobre los fenómenos naturales y sociales.

c) Ofrecer al alumno la capacitación para comunicarse inteligentemente con los demás sujetos de su entorno social.

d) En una síntesis de las funciones anteriores, contribuir a la formación individual y social del alumno, proporcionándole los recursos que el permitan ubicarse en una posición autónoma y crítica, pero de relaciones positivas dentro del grupo social al que pertenece.

Otra importante opinión relacionada ya con la educación mexicana, específicamente, es la de David Barkin, profesor de la Universidad de la Ciudad de Nueva York y profesor visitante del Colegio de México.

Este autor ha estudiado la situación de la educación en nuestro país, a partir del análisis de la relación educación-ingreso, la atención del estado para con la educación, el gasto social educativo, y los criterios de diferenciación regional que norman este campo.

Basándose en las cifras estadísticas oficiales correspondientes al año de 1970, el autor concluye negando que la educación, en México, sea un factor determinante de movilidad social hacia status y roles que impliquen asignaciones superiores de ingresos económicos.

La teoría de la resistencia la enmarcamos dentro de la Escuela de Frankfurt1, en virtud de que aparece conjuntamente con la teoría crítica de la educación. “El concepto de teoría crítica se refiere a la naturaleza crítica del autoconsciente y a la necesidad de desarrollar un discurso de transformación y emancipación social que no se aferre dogmáticamente a sus propias suposiciones doctrinales” (Giroux;1997:26) Esta teoría responde a la necesidad de confrontar en la escuela el discurso y la realidad que viven el estudiante y el docente.

 

 

La crítica permite deconstruir, no destruye, construye algo nuevo a partir de lo

construido, da la suerte de recuperar, de hacer que resurja lo nuevo, sin el control impuesto por la técnica curricular, sino con la reflexión de encarar el sistema escolar a través del análisis y la experiencia de cada uno de los sujetos que intervienen en el acto educativo. Considerando a la experiencia como “...una

comprensión construida como comprensión particular de los acontecimientos. Sin reflexión no hay acumulación histórica y la ...crítica apela a la historia para

descubrir en ella los pedazos dispersos de los discursos que han sido acallados,

para abrir las compuertas y dejar que brote lo aún decible” (McLaren;1993:13)

La resistencia, según Freud, es un mecanismo de defensa del yo, que facilita la

entrada de cualquier explicación, a la conciencia, a la vez el inconsciente del yo

posibilita la resistencia, como mecanismo de defensa por conflictos que tienen su origen en la historia del sujeto. (1995:41)

Esta resistencia no necesariamente la consideraremos negativa para el sujeto,

puesto que puede ser positiva si el método aplicado durante el proceso enseñanza – aprendizaje conduce hacia la construcción del conocimiento por parte del sujeto de aprendizaje. Se debe tener en cuenta que el sujeto es – tanto docente como estudiante – llegan al aula cargados de historias personales, cuyas vivencias, recuerdos y concepciones del mundo, se encuentran ligadas íntimamente a los conocimientos con que parte hacia el nuevo conocimiento escolar, señalado por los espacios de seguridad epistemológica que crearon para su control los grandes modelos tecnológicos, que hoy por hoy se agrietan y desmoronan ante la posibilidad de re crear el conocimiento por estudiantes y docentes con capacidad reflexiva, analítica y crítica.